El dolor acerca a dios, dicen.
Pero Padre,
¿por qué esta mazmorra
donde bailan para tí (para mí)
las mariposas?
****
Tuerce la costa
un fastidio de rocas
tan desafiantes
como este cansancio
deseoso de astros.
****
Se me ofrecen,
fulgentes en la noche,
miles de ojos;
me quedo con los tuyos,
que son luz entre la luz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario